Atalayas y fortalezas en los valles de los ríos Escalote y Torete

Berlanga de Duero

Comenzamos esta segunda ruta en Berlanga de Duero, pueblo de unos 800 habitantes, en el suroeste de esta maravillosa provincia de Soria.

A lo largo de algo más de 60 Km, nos vamos a teletransportar hasta el siglo X nada menos.

Es la época de La Reconquista, con continuas luchas entre musulmanes y cristianos por el dominio de esta zona fronteriza junto al río Duero.

Con Medinaceli, a unos 50 km al sureste, como capital de la Marca Media de Al-Ándalus en esa época, se diseña una línea con fines tanto defensivos como ofensivos, formada principalmente por una red de fortalezas y atalayas, que comunicándose entre sí, trataban de garantizar esa vigilancia y protección de los accesos a Medinaceli desde esta zona limítrofe con el Río Duero. 

Formando un cañón detrás del castillo de Berlanga de Duero, pasa el Río Escalote, que en las proximidades de Caltojar, a unos 11 Km al sureste de aquí, recibe las aguas del Río Torete. 

Los valles de estos dos ríos, Torete y Escalote, eran las principales vías de comunicación desde la capital de la Marca Media,  Medinaceli, y desde Atienza, ya en Guadalajara, a esta zona del Río Duero.

Tras callejear por Berlanga, viendo sus lugares más significativos, (castillo, palacio, colegiata, Plaza Mayor, Puerta de Aguilera, rollo de justicia…), dejamos el pueblo por un bonito paseo junto al río Escalote detrás del castillo.

Atalaya de la Veruela

Continuaremos remontando el curso del río durante unos 12 km, y a la altura de Caltojar, seguiremos junto al Río Torete unos 3 Km más hasta nuestra primera parada, que es la Atalaya de La Veruela, que queda como a mitad de camino entre Caltojar y Bordecorex.

Está situada sobre una especie de meseta, a media ladera en la entrada al valle del río Torete.

Sus 9 metros de altura, se distribuyen en tres plantas. La planta baja para guardar aprovisionamientos y leña, la segunda, para la entrada y salida, y para la estancia de los soldados, y la tercera para la vigilancia.

Tiene comunicación visual directa con el castillo de Berlanga y con la Atalaya de La Ojaraca, en Caltojar, estratégicamente situada entre los valles de estos dos ríos Escalote y Torete.

Bordecorex

Seguimos ruta hacia Bordecorex, pueblo cuyo nombre es de origen musulmán y en el que según la leyenda, murió Almanzor, caudillo del Califato de Córdoba, camino de Medinaceli, tras haber sido derrotado en Calatañazor.

Entramos en el pueblo junto a la fuente, y recorremos sus calles retorcidas y empinadas, entre construcciones típicas de piedra y adobe, hasta llegar a la iglesia de San Miguel.

Es de origen románico y lo más destacable, es su ábside, con una fila de arcos lombardos en su parte superior, que le dan un toque muy característico.

La iglesia está situada en el paraje llamado “El Castillo”, y su torre almenada, seguramente formase parte de alguna fortificación.

Atalaya El Tiñón

Dejamos Bordecorex, y vamos en busca de nuestra siguiente atalaya, la Atalaya del Tiñón.

Para ello, tenemos que salvar primero una cuesta que llevamos viendo desde kilómetros atrás, y que desde la lejanía, impone respeto.

Pero una vez en ella, no es para tanto, y las vistas del valle del Río Torete son espectaculares.

Tras el esfuerzo de la subida, nos espera ahora un terreno prácticamente llano hasta la atalaya, pero todavía tardaremos un poco en descubrirla en el horizonte.

El aspecto más característico de esta atalaya del Tiñón, es su forma de chimenea. Su distribución es muy similar a la de la atalaya de la Veruela, que hemos visto unos kilómetros atrás.                      

Aquí también podemos subir a lo alto de la atalaya y disfrutar de las vistas.

Desde aquí podemos ver al oeste la Torre Melero, en el término de La Riba de Escalote, al norte, la atalaya de La Ojaraca, en Caltojar, y al sur, el castillo de Rello, hacia donde nos dirigimos ahora.

Rello

Desde la atalaya del Tiñón hasta la parte baja de Rello, junto al río Escalote, tenemos una plácida bajada de unos 6km.

Antes de entrar al recinto amurallado de Rello, continuamos hacia el suroeste por la carretera unos 600m, para orillarnos al llegar a una senda que sube hacia el pueblo y disfrutar de una vista espectacular.

Vemos el pueblo encaramado encima de una enorme muela de roca caliza, y a media ladera, junto al extremo sureste de la muralla, podemos ver la tercera atalaya de nuestro recorrido de hoy.

Conocemos a esta atalaya como la Torre del Agua, y se cree que pudo estar unida a la muralla del castillo.

Se le atribuye una función de recogida de agua del río Escalote para asegurar el abastecimiento en caso de asedio.

Subimos al pueblo, bien volviendo por la carretera, o bien por la senda que sale desde la carretera por el suroeste.

En nuestro recorrido por el interior del recinto amurallado, originalmente del siglo XII y con retoques posteriores de inicios del XVI, nos vamos a ir encontrando con la muralla y sus almenas, torres, garitas y cañoneras, además de sus tres puertas de acceso.

Del castillo en si, apenas quedan restos de la torre del homenaje y del aljibe.

En la plaza mayor, podemos ver también el curioso rollo o picota, que atestigua el título de villa de esta localidad de Rello, en la edad media, y que se caracteriza por ser de hierro. Se construyó aprovechando una lombarda o cañón del siglo XV, y es realmente singular. 

Torre Melero

Comenzamos ya la segunda mitad de nuestra ruta de hoy, y pedaleamos ahora hacia la atalaya conocida como Torre Melero, en el municipio de La Riba de Escalote.

Unos 6km separan Rello del Alto del Melero, a unos 1.060m de altitud sobre el nivel del mar y que da nombre a esta curiosa atalaya, también restaurada hace unos años.

Se diferencia de las que hemos visto hasta ahora por las almenas en su parte superior, la forma rectangular de su interior, y la construcción circular adosada a ella y que pudiera haberse tratado de un aljibe.

Desde aquí se vigilaba el río Escalote, que por aquí forma un bonito cañón, y tiene contacto visual con las atalayas del Tiñón al este y la Ojaraca al noreste.

Esta es la última atalaya de la ruta, y nos quedan todavía unos 20km hasta Berlanga de Duero, pero en el camino, aún nos quedan dos paradas muy interesantes.

Caltojar

La primera es Caltojar, a unos 9km por camino y unos 8km si preferimos por la carretera.

Lo más significativo de Caltojar, es su iglesia de San Miguel Arcángel, que con una magnífica portada y su ábside, rematado por arcos lombardos en su parte superior, es uno de los templos románicos más bonitos de la provincia de Soria.

Atravesando el pueblo por la carretera, podemos ver una serie de pinturas murales, imitando cuadros famosos de Picasso, que los niños del pueblo pintaron en el verano de 1981, con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento.

Los murales que vemos, son la restauración en 2014, debido al efecto de las inclemencias del tiempo en las pinturas iniciales.

Ermita prerrománica de San Baudelio

Después de disfrutar de este museo al aire libre, continuamos nuestro recorrido unos 4km más, para visitar la ermita de San Baudelio.

Declarada monumento nacional, se la considera la joya del arte prerrománico en este país.

Está construida sobre una cueva, que pudo haber sido el cobijo de algún ermitaño.

Sus líneas exteriores son muy sencillas, y únicamente un arco de herradura en su puerta de acceso, nos da la pista de la influencia árabe en este edificio.

Entrando a la ermita, una impresionante columna con sus nervios abriéndose en forma de palmera, nos da la bienvenida.

En el recorrido por su interior, que bien podría parecerse a una pequeña mezquita, vemos cómo se mezclan las culturas cristiana y árabe, tanto en los elementos arquitectónicos, como en lo que queda de los frescos originales.

Esta es la última parada de esta ruta, y nos quedan 10km muy llevaderos hasta Berlanga de Duero.

Tras un tramo de carretera, buscamos de nuevo el río Escalote, para llegar a Berlanga por su margen izquierda.

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